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Antecedentes.

No tenía los mejores antecedentes. Lesión muy grave en una pierna de la que había salido a base de determinación, sufrimiento y deporte. La cabeza digamos que venía tocada también. Alternaba autoentrenamientos con entrenadores online. Deambulaba por carreras que le motivaran. A salto de mata. Su corazón seleccionaba las competiciones y su cabeza le acompañaba…a veces.
Llegó a mí con la cabezonería y las ganas de hacer deporte milagrosamente intactas. Desde ese día hemos añadido dos ingredientes más: amistad y confianza.

Aprendizaje.

Tengo que agradecerte tantas cosas que voy a resumir.  Gracias por sacar lo mejor de mí.
Me emociona ver en qué te estás convirtiendo. Sé que cada día intentas superarte. Da igual que tengas carrera o no. Mañana, lo volverás a intentar. Porque ya no importa  que cumplas tu objetivo.  Porque sabes que detrás de una victoria o una derrota acabará apareciendo ante tí el único camino posible: el que va de frente, hacia delante.
Disfruta por todo lo que nos haces disfrutar a los demás. Y porque te lo he planificado así. Y sé feliz porque te lo pido…como amigo.
Luego hablamos.