¿No te decides entre el autoentrenamiento o contratar un entrenador? Vamos a ayudarte.
Empecemos por el autoentrenamiento:
Ventajas:
- Autoconocimiento. Es la ventaja más importante. Nadie va a superar tu propio conocimiento, lo que te permitirá amoldarte a tus condicionantes con total exactitud (horario, familia, trabajo, estrés…).Es inmediato. También deberás estar preparado para los días que quieras autoengañarte.
- Sin necesidad de comunicación. No necesitarás tiempo para comunicarte tus planes, aunque es muy aconsejable que los tengas «por escrito», esto evitará que vayas a salto de mata y te dará un plus de «obligatoriedad».
- Seguimiento subjetivo. Tendrás que entrenar mucho tu fortaleza mental y repasar tus criterios de objetividad (test, vídeos, datos…) para no autosugestionarte y desviarte lo mínimo posible del progreso «real».
- Concentración de conocimientos y aprendizajes. El criterio para seleccionar tu formación, los estudios científicos o los libros que vayas a leer se reducirá a uno: lo que te sirva a tí.
- Ahorro de dinero. Si estás dispuesto a aprovechar las ventajas anteriores, éste será un añadido. Pero nunca dejes que sea la primera ventaja en prioridad. Recuerda que juegas con tu salud.
Inconvenientes:
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Falta de perspectiva y objetividad. No tendrás a nadie con quien compararte. Tus errores y aciertos se basarán únicamente en tus experiencias. Te faltará amplitud y bagaje. Recuerda que no le oirás a nadie decirte lo que haces bien…ni mal.
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Ensayo-error «caro» para tu salud. Es un peaje que deberás pagar. Asúmelo. Lo malo es que deberás ir dando respuesta apresurada a los contratiempos que pu edan ir surgiendo (lesiones, cambio de objetivos…)
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Limitación de conocimientos. Aprenderás, sobretodo, lo que puedas aplicarte a tí. Irás a tiro fijo pero te faltará la amplitud de conocimientos. Tendrás que estar dispuesto a revisar constantemente tus criterios de selección de la información que te resultará útil.
Ahora analicemos al entrenador profesional:
Ventajas:
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Objetividad, comparación de datos y experiencias con otros deportistas
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Formación y conocimientos más extensos avalados por la comunidad académica y científica. Las titulaciones oficiales son una garantía al inicio. No deberían ser opcionales en tu elección.
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Actualización constante: Búscalo y exígelo. Recuerda que a un entrenador le pagas más por lo que sabe que por lo que hace. Si no se actualiza, si no está al día, tu inversión se irá depreciando.
- Comunicación: en la era digital, si no te comunicas es porque no quieres. Llegad a un acuerdo, elegid una vía de comunicación y matened la tensión. Estruja sus conocimientos y dale información para que no se duerma. Si no recibis feedback mutuo estaréis socabando las ventajas de avanzar juntos. Exigir inmediatez también sería error ya que nos perderíamos la reflexión y la investigación. Daros un tiempo razonable.
Inconvenientes:
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Coste mensual. No existe una relación directa entre coste y logro de objetivos pero si debes exigirla entre coste-actualización-comunicación-aprendizaje.
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Conocimiento del deportista limitado (sobretodo el apartado picológico). Aunque nos gustaría nunca llegaremos a conocerte como tú.
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Formación más amplia y menos concentrada en cada deportista. Tenemos que aprender de casi todo para estar preparado ante casi todo.
Conclusiones:
Toda persona que quiera autoentrenarse tiene que asumir ciertos riesgos sobre su salud. Para minimizarlos deberá mejorar en su propia formación (con un alto grado de autocrítica).En resumen, si vas a autoentrenarte, tienes que saber que te convertirás, sin quererlo, en entrenador…especializado en tí. Desde esa perspectiva, no lo intentes con otros. No funcionará. Se honesto con tu especialidad.
Si decides contratar un entrenador procura que se parezca a tí. Que te conozca en profundidad. Que disminuya los inconvenientes del autoentrenamiento y que se acerque lo máximo a tus ventajas. Que vuestra comunicación y aprendizaje mutuos sean constantes y fluidos. En definitiva, intenta que se convierta en tu mejor autoentrenador.
Todo entrenador, en mi opinión, debe buscar la mayor independencia de su deportista a través de la transmisión de conocimientos, explicando el por qué de sus acciones sin perder de vista el objetivo final; el día que nos abandone, no porque no hemos cumplido sus expectativas, sino porque sabe entrenarse sólo. Ése es mi objetivo.
Confesión:
Un impulso que veo bastante ultimamente es el de contratar entrenadores que tienen grandes marcas como deportistas, entendiendo que hay alguna relación proporcional entre esas marcas (o las que nosotros queremos conseguir) y su calidad como entrenador. Por desgracia no existe ninguna evidencia sobre esto. Corroborar que dispone de un título oficial (Licenciado en Ciencias de la Actividad Física) te dará la seguridad suficiente para empezar con buen pie y asegurar los conocimientos mínimos de la persona que va a cuidar de tu salud (aunque sólo sea por el seguro de responsabildad civil y social de 10.000.000€ que nos avala como colegiados). Podéis empezar por hacerle esta pregunta para romper el hielo: «¿Tú contratarías un entrenador o te autoentrenarías?
Me confieso: soy etrenador y me autoentreno. Y de etre todos los deportistas que entreno y he entrenado, sin duda alguna y con datos objetivos, el que menos ha evolucionado he sido yo….pero también soy el que más ha aprendido.